SEMINARIO CONCILIAR DE SAN BARTOLOMÉ DE LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA

«Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa» Mc 9, 41

Podéis ayudarnos de dos formas:

La primera, y más importante, es con vuestras oraciones. El Señor mismo mandó pedir al Padre por vocaciones sacerdotales para su Iglesia. De modo que, a través de los sacerdotes, Cristo se manifieste muy particularmente en su Iglesia repartiendo los sacramentos asimismo como lo hizo en Palestina «Tomad y comed, recibid el Espíritu Santo, etc.». Podéis también acompañarnos en la adoración eucarística por las vocaciones que el Seminario realiza todos los domingos, excepto tiempos de vacaciones, en la iglesia de Santiago en Cádiz a las 20:00.



Otra forma en la que podéis ayudar a la formación de los futuros pastores de la Diócesis de Cádiz y Ceuta es a través de donativos monetarios. Nuestra formación es costosa y no es posible costearla únicamente con los aportes que dan los seminaristas. Por eso pedimos vuestra ayuda. Lo podéis hacer a través de Bizum:

  1. Entra en la app.
  2. Escoge opción «donar a una ONG» o «aportar a una causa solidaria».
  3. Introduce el código del Seminario: 07254.

Oración de San Pablo VI por las vocaciones

Jesús, Divino Pastor de las almas, que llamaste a los Apóstoles para hacerlos pescadores de hombres, atrae hacia ti las almas ardientes y generosas de los jóvenes, para hacerlos tus seguidores y tus ministros; hazlos partícipes de tu sed de Redención universal, en favor de la cual renuevas tu Sacrificio sobre los altares.

Tú, Señor, «siempre dispuesto a interceder por nosotros», descúbreles los horizontes del mundo entero, donde la muda plegaria de tantos hermanos pide la luz de la verdad y el calor del amor, para que respondiendo a tu llamada, prolonguen aquí abajo tu misión, edifiquen tu Cuerpo Místico, que es la Iglesia y sean «sal de la tierra», «luz del mundo».

Extiende, Señor, tu amorosa llamada también a muchas almas de mujeres puras y generosas, e infúndeles el anhelo de la perfección evangélica y la entrega al servicio de la Iglesia y de los hermanos necesitados de asistencia y caridad.